Por lo general cuando un hombre y una mujer contraen matrimonio esperan poder estar juntos durante toda la vida y procrear una familia; no obstante, hay casos en los que las cosas no suelen pasar así y, lejos de ello, acaban con la Policía de por medio.
Este el caso de Faisal y Asmae, quienes se casaron, pero ocho meses después él empezó a notar cosas poco común e inició a sospechar sobre si su mujer estaba con él realmente por amor. El australiano acudió a un abogado para informarle sobre el tema y decidieron enviar un correo a un profesional de migración, puesto que Asmae es de Marruecos.
Pero este mail fue descubierto por Asmae y, temiendo que Faisal le pidiese el divorcio, elaboró un plan para intentar sacarle todo el dinero posible a su todavía marido antes de que la expulsaran del país.
Un día cuando Faisal llegó a su casa se lo encontró todo destrozado: «Crees que eres más listo que yo y sé que estás hablando con abogados. Ahora verás lo que hago», le dijo Asmae.
Acto seguido la mujer se metió en el ascensor y empezó a golpearse ella misma. Con todo el cuerpo lleno de marcas, Asmae acudió a la policía acusando a su marido, que horas más tarde fue retenido y acusado de malos tratos.
Afortunadamente el plan «ingenioso» de Asmae no salió bien. Faisal se gastó 20 mil dólares en abogados para rastrear todas las cámaras de seguridad y poder demostrar que ella misma había sido la autora de los golpes y por tanto, la acusación era falsa.
Tras lo ocurrido Asmae huyó de Sídney y vive en algún lugar de Australia. Por su parte Faisal está intentando localizarla y pedirle al Gobierno australiano que la expulse del país. Por suerte este tipo de casos son aislados, pero actuaciones así provocan un gran daño a las mujeres que realmente sufren malos tratos por parte de sus parejas.