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La rivalidad entre Cristiano Ronaldo y Leo Messi trasciende todo tipo de fronteras, y a pesar de estar ahora en dos países con más de 11 mil kilómetros de distancia, la comparación se mantiene.
El pasado domingo 25 de febrero, el Al-Nassr comandado por el astro portugués visitó al conjunto de Al-Shabab, por la jornada 21 de la Primera División en Arabia Saudita.
En un encuentro muy cerrado y parejo, Ronaldo y compañía se llevaron la victoria como visitantes por 2-3, gracias a una anotación tardía del brasileño Anderson Talisca, al minuto 86.
Al termino del encuentro, los aficionados locales, comenzaron a gritar «Messi, Messi», mientras CR7 celebraba con sus compañeros una victoria vital que los ubica en la segunda posición de la tabla.
Cristiano decidió confrontar a los fanáticos y colocó su mano semicerrada alrededor del oído, para poder «escuchar mejor» los cánticos rivales, que le recordaban a su némesis futbolístico.
Sin embargo, eso no fue lo único que hizo, y a continuación decidió realizar un gesto obsceno hacia la grada, tratando de dar a entender que los cánticos no le importaban o no le molestaban.
Los aficionados rivales tomaron su reacción como «infantil» y aseguran que ese tipo de comportamientos reflejan cierta inmadurez en el portugués, que permite a la afición entrar en su cabeza.
Independientemente, Ronaldo y Messi serán siempre comparados por las fanaticadas contrarias, y el hecho de haber compartido los reflectores por 16 años los obligará a estar relacionados entre sí.