Estados Unidos cuenta con un promedio diario de 100,000 infecciones nuevas de COVID-19, volviendo los números del aumento invernal, lo que sería producto de la rapidez con la que la variante delta se ha extendido por el país.
A finales de junio, Estados Unidos promediaba unos 11.000 casos al día. Ahora el número es de 107.143.
La nación norteamericana tardó nueve meses en cruzar el número promedio de 100.000 casos en noviembre antes de alcanzar un máximo de 250.000 a principios de enero.
Los casos bajaron junio, pero tardaron unas seis semanas en volver a superar los 100.000, a pesar de que más del 70% de la población adulta ha recibido una vacuna.
El promedio de siete días de muertes diarias por el virus también aumentó, según datos de la Universidad Johns Hopkins. La cifra fatal se elevó en las últimas dos semanas desde alrededor de 270 muertes por día a casi 500 el viernes.
El virus se está propagando rápidamente a través de las personas no vacunadas, especialmente en el sur del país, donde los pacientes están saturando los hospitales.
Las autoridades de salud temen que los casos sigan aumentando si más estadounidenses no se vacunan.
“Nuestros modelos muestran que si no (vacunamos a más personas), podríamos llegar a varios cientos de miles de casos por día, similar a nuestro aumento a principios de enero”, dijo días atrás a CNN la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky.
