Robbie Morgan, de 30 años, se casó con el amor de su vida, Marina, de 29 años, en la iglesia copta ortodoxa de Santa María de Sydney, Australia. Pero en un giro devastador de los acontecimientos, amigos y familiares se reunieron en el lugar tres semanas después para el funeral de Marina.
Los recién casados se encontraban de luna de miel en Hamilton Island, una de las islas Whitsunday de Queensland, cuando su carrito de golf volcó el 20 de junio.
Robbie conducía el buggy, que volcó al dar una vuelta de campana. Los trabajadores de los servicios de emergencia le practicaron la reanimación cardiopulmonar durante más de media hora, pero trágicamente no pudieron salvarla.
El inspector de la policía de Queensland, Anthony Cowan, dijo que la muerte fue un «trágico accidente» y añadió que no había «ningún indicio de alcohol o conducción peligrosa».
«Es posible que haya habido algo de inexperiencia en la conducción de ese tipo de vehículos, mientras que al girar rodó sobre su lado y la mujer cayó y sufrió lesiones gravísimas», dijo.
Cientos de personas se reunieron para el funeral el sábado 2 de julio en la misma iglesia donde la pareja se casó. La prima de Marina, Miriam, escribió un poema en su honor, y dijo en el servicio que casarse con Robbie era un sueño hecho realidad para Marina.
Según The Daily Telegraph, dijo: «Una hija, una amiga, un miembro de la familia y una esposa. Marina realmente cumplió su mayor objetivo en la vida. Casarse con su amigo del alma, Robbie, y ser una novia, al tiempo que llenaba de orgullo a su familia».
«La noche antes de su boda, nos acurrucamos juntas y me dijo lo satisfecha que estaba y que la vida no podía ser mejor», agregó Marina, la prima de la joven fallecida.
