El presidente de la República Burundi, Pierre Nkurunziza, una pequeña nación soberana ubicada en África Oriental, perdió la vida por una enfermedad que muchos sospechan se trata de coronavirus COVID-19.
Nkurunziza se hizo conocido en muchas regiones del mundo debido a que él se oponía a la cuarentena como medida contra el coronavirus.
Asimismo, era detractor de restricciones y en su país permitió que los habitantes siguieran con normalidad, permitiendo eventos deportivos y políticos.
La causa de la muerte de Pierre Nkurunziza se describió como un ataque al corazón en una declaración del Gobierno. El hombre de 55 años de edad debía retirarse en agosto después de las elecciones del mes pasado.
No estaba claro exactamente cuándo murió. Un comunicado del Gobierno dijo que el presidente, entusiasta de los deportes, asistió a un partido de voleibol el sábado, pero se enfermó esa noche y fue llevado al hospital.
La salud del exfutbolista mejoró el domingo pero “sorprendentemente, en la mañana del lunes ocho de junio de 2020, su salud se deterioró repentinamente y tuvo un ataque al corazón”. La declaración describió la muerte de Nkurunziza como “inesperada” y pidió a la gente que mantuviera la calma. Se han anunciado siete días de luto.
La especulación sobre la causa de su muerte ha sido alimentada por informes no confirmados de que su esposa fue trasladada a Nairobi, la capital de Kenia, hace 10 días después de contraer coronavirus.
