Este jueves, la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, amaneció con un centenar de fosas que fueron abiertas para rendir tributo a las casi 40,000 víctimas mortales del COVID-19 en Brasil, así como para demandar medidas más eficaces para combatir la pandemia.
De acuerdo con el reporte de medios internacionales, cerca de 40 voluntarios han abierto un centenar de fosas rasas para simbolizar las muertes y han pedido así medidas más contundentes para combatir el avance de la enfermedad en Brasil, el segundo país del mundo con más casos y que ocupa el tercer puesto en número de fallecidos.
La labor del presidente Bolsonaro frente a la crisis ha sido bastante criticada a nivel mundial. Desde el inicio, el mandatario le restó importancia al brote a nivel mundial.
El mandatario de extrema derecha minimiza el virus, llamándolo «gripecita», y critica las medidas de aislamiento social implementadas por los estados brasileños para detener los contagios, porque dañan la economía.
Hasta este jueves, Brasil registra más de 750.000 casos positivos de coronavirus y casi 40.000 muertos desde el estallido de la pandemia.
