Carlos Dada, Óscar Martínez, Carlos Martínez, Nelson Rauda, Gabriel Labrador, Sergio Arauz, Jose Luis Sanz y Daniel Valencia, todos periodistas o colaboradores del medio digital El Faro guardan silencio públicamente ante los señalamientos de participar en la violación de una joven.
Aunque son muy activos en redes sociales, sobre todo para criticar al Gobierno bajo una línea que tiene intereses marcados, los comunicadores parecen haberse tomado un descanso de temas delicados como es la acusación de un delito que podría costarles varios años de prisión.
Sobre el caso que se les vincula, Diario La Página (DLP) publicó un detallado artículo que revela cómo sucedieron los hechos, basados en la versión de la víctima, una joven a quien denominan «Marta».
De acuerdo con la fuente, los bajos instintos de los periodistas, que salieron a flote gracias al lícor y el ambiente de fiesta en que se encontraban, ocurrió en una casa a la orilla del lago de Coatepeque, Santa Ana.
Todos parecían haber acordado realizar una fiesta «memorable», sin conocerse cuál es el motivo de la celebración. Para esto prepararon hieleras con bebidas embriagantes y «drogas más fuertes para revitalizarse», según el relato.
Marta asegura que el estado de ebriedad en el que se encontraban sus «amigos periodistas» llevó a uno de estos a lanzarse a la conquista, después del cruce de miradas llegó el momento del acercamiento. A pesar de la cercanía que tenía con ellos, esto no impidió que la fiesta terminara en un abuso hacia ella.
Carlos Martínez, el galardonado comunicador, se aproximó a la joven de unos «veintitantos» años. A pesar de no ser correspondido en sus atenciones, el periodista se acerca a ella bailando de forma abusiva.
Cuando se sintió incómoda, se fue a su habitación, para evitar que la situación se saliera de control. Sin embargo, durante la madrugada, Martínez, con una botella en la mano, forzó la puerta de la joven hasta lograr entrar al cuarto.
En ese momento, este se lanzó hacia su víctima para aprovecharse de ella de manera sexual. A pesar que los demás periodistas se encontraban en el lugar y escucharon los gritos de auxilio, nadie hizo el mínimo esfuerzo por impedir que Martínez diera rienda suelta a su deseo.
Hay más casos similares
De acuerdo con la publicación, este no es el único caso de abuso y acoso sexual dentro del periódico El Faro. Sin embargo, se han manejado con mucho hermetismo a pesar de las denuncias constantes.
Ante ello, en 2018 el medio contrató a una consultora de género para solventar los problemas ocurridos meses atrás, pero la «actitud machista» dentro de la redacción impidió que la labor de la profesional tuviese resultados.
En el artículo de DLP también se vincula a Carlos Martínez y José Luis Sanz en otros casos de abuso y agresión sexual en los que se han dado tocamientos, bromas sexistas y hasta forzamientos. Sin embargo, los demás periodistas han actuado en complicidad y guardan silencio ante estos hechos.