Por: Agencias

Una pareja de de Chesterfield, una ciudad en el centro del Reino Unido, se enfrentó a las objeciones de una funcionaria a la hora de nombrar a su hijo en el registro civil. La razón fue porque tenían el deseo de llamar a su pequeño: Lucifer.

Se trata de Dan y Mandy Sheldon quienes acudieron la semana pasada a las oficinas locales del registro civil luego de esperar varias semanas en casa por las medidas de confinamiento en el Reino Unido para evitar los contagios de coronavirus.

Cuando los padres pronunciaron el nombre que querían para su niño, la funcionaria encargada del registro mostró su repudio: “Ella nos dijo que nunca podría conseguir un trabajo y que los maestros no querrían enseñarle”, dijo el señor Sheldon.

Agregó que intentó explicale «que no somos personas religiosas, y Lucifer en griego significa ‘portador de luz’ y ‘amanecer’, pero ella no quiso escuchar”.

Lucifer es uno de los nombres atribuidos al Diablo en el folclor popular de las sociedades judeocristianas, así como Satanás, Luzbel o Belcebú, aunque ya en textos más especializados se puedan referir a otros personajes del inframundo.

Luego de el encontrón y las diferencias de opiniones, los padres se aferraron a sus deseos y la funcionaria aprobó el nombre. El caso de ‘bebé Lucifer’ se volvió notorio en medios locales y el condado de Derbyshire emitió una disculpa:

“Nos disculpamos si se sintieron ofendidos, pero es tarea de nuestros registradores asesorar sobre estos asuntos, ya que a veces las personas no son conscientes de ciertos significados o asociaciones en torno a ciertos nombres”.

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