(Foto/ Corinne Miller, Redes sociales)
Una pareja está convencida de ello, es por eso que planearon una propuesta de matrimonio falsa para engañar a los trabajadores y clientes de un bar para que les dieran bebidas gratis.
Corinne Miller, de 29 años de edad y Adam Carroll, de 28, apenas llevaban un mes de novios, pero a Adam se le ocurrió que sería gracioso si le pedía matrimonio a su novia en un bar, frente a algunos despistados extraños para así recibir comida o tragos gratis.
La pareja originaria de Pratville, Alabama, Estados Unidos, representó la romántica escena durante un viaje a Atlanta para el cumpleaños de Corinne, en julio pasado. Como ya habían desembolsado bastante dinero comprando el viaje, decidieron intentar a ahorrar en cosas pequeñas, como las bebidas.
Según relata la pareja, Adam se paró en medio del bar y se arrodilló frente a Corinne, quien ya sabía el plan, pero aún así lució sorprendida, cubriendo su boca y soltando algunas lágrimas.
La gente a su alrededor estaba conmovida y feliz por ellos, indicando que cayeron completamente en la trampa que preparon con anticipación. No solo eso, Adam y Corinne dejaron que el camarero les regalara unos cuantos tragos para felicitarlos, y permitieron que los demás clientes les compraran shots.
Tras haber obtenido con éxito sus bebidas gratis, la pareja “recién comprometida” se movió a otro bar donde aplicaron el mismo “teatrito”, recibiendo más tragos de generosos extraños.
La pareja disfrutó tanto la vida como prometidos que seis meses después, en su propia fiesta de cumpleaños, Adam decidió hacerle a Corinne la pregunta de verdad.
El momento especial fue compartido con los amigos y familiares de la pareja, quienes se habían reunido para cantarle al cumpleañero. Después de apagar la vela de su pastel, Adam se arrodilló y le preguntó a Corinne que si quería ser su esposa, a lo que ella, entre risa y emoción, contestó que sí.
La futura novia habló sobre su relación con Adam y explicó cómo su falsa propuesta valió la pena a largo plazo. Ella comentó:
Ambos tenemos exactamente el mismo humor, ese es uno de los componentes principales de nuestra relación. La gente comenzó a comprarnos bebidas y felicitarnos.


