Por: Agencias

Jessica Guedes, de 30 años, estaba por cumplir uno de sus sueños de toda la vida: llegar al altar con el amor de su vida. La felicidad se completaría con la llegada de su bebé.

Ella estaba en su sexto mes de embarazo. Pero en un instante, todo cambió para la mujer brasileña justo cuando iba de camino a la iglesia donde se casaría.

La novia falleció a causa de un derrame cerebral, indicó el medio británico Daile Mail. Este hecho ocurrió en Brasil, donde se le practicó una cesárea de forma urgente a Guedes.

Los médicos lograron salvar al bebé, el cual se encuentra en una incubadora, luego del trágico hecho ocurrido el pasado domingo. La mujer iba en el vehículo que la trasladaba al templo cuando comenzó a sentirse mal.

El hecho sorprendió a todos los invitados, así como causó comnoción en redes sociales debido a que la novia estaba en perfecto estado de salud, según sus familiares.

 

Los primeros síntomas fueron mareos y dolor en el cuello, aunque todos pensaron que se debía a la ansiedad generada por el evento. Pero, estos malestares estaban asociados a una preeclampsia de la que padecía y no se le había diagnosticado.

Según medios locales, el novio ya se encontraba en el altar esperando a su prometida, cuando conoció la terrible noticia de parte de una familiar que entró corriendo al edificio para pedir ayuda, pues Jessica se había desmayado.

Flavio Gonçalves, quien es bombero de la localidad, corrió para conocer el estado de quien iba ser su esposa. Encontró a la mujer en el suelo del vehículo todavía con la consciencia para decirle que «todo iba bien», aunque le explicó que tenía un furete dolor cervical.

Tras practicarle los primeros auxilios, el hombre junto a otras personas avisaron a emergencias para que la mujer fuera trasladada a un hospital estatal, donde, por lo complicado del caso, se remitió a un centro médico privado llamado Pro Matre Paulista. Ahí le fue declarada muerte cerebral.

De acuerdo con los reportes médicos, Guedes sufrió un derrame cerebral y una hemorragia interna, por lo que el personal médico se apresuró en extirpar el útero para salbar al bebé de 29 semanas.

La bebé, que pesó solo un kilo, sobrevivió y se espera que se mantenga una incubadora del hospital durante dos meses.

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San Salvador, El Salvador

Redacción

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