Foto/ Agencias
El joven turista Ivan Dimitrov, quien escribió su nombre y el de su pareja en una de las paredes del Coliseo, en Roma, pidió disculpas con una carta pública para reconocer que no sabía exactamente qué era lo que estaba dañando.
“No sabía que era un monumento antiguo”, ha declarado este hombre de origen búlgaro y residente en Londres, y a quien acusan por actos de vandalismo.
“Admito con total vergüenza que sólo después de lo sucedido me enteré de la antigüedad del monumento”, expresó este turista en una carta remitida a autoridades italianas.
Asimismo, pide “sinceras disculpas” a los italianos y “al mundo entero” por haber dañado “un bien que, de hecho, es catalogado como patrimonio de toda la humanidad”.