(Foto/cortesía)
Un grupo de estudiantes del Instituto Carmelitano de Ensino visitó la mina de oro abandonada Presidente Tancredo Neves, ubicada en el Centro Histórico de Brasil.
Entre los niños estaba Álvaro Henrique Dias Freire, de 12 años, quien despertó con suerte y encontró una pepita de oro de 24 quilates.
De acuerdo con la información, el lugar está abierto al público de São João del Rei, una región del estado Minas Gerais, y a pesar de que es muy concurrido nadie había notado el trozo de medio gramo del metal precioso (valuado en 500 reales brasileños, unos 150 dólares) hasta que llegó el pequeño Álvaro.
“El responsable de la mina baja 30 metros diarios y nunca me di cuenta”, dijo Junio César Oliveira Martins, profesor de historia.
Nadie creyó al principio que hubiera oro a simple vista en una mina que lleva más de un siglo en desuso, inaugurada en el siglo XVIII, pero la sospecha de Álvaro resultó ser cierta cuando la verificaron.
La escuela que organizó la visita reclamó la pepita de oro, para estudiarla y mostrarla como incentivo a todo el alumnado, ya que durante sus 28 años de existencia ha priorizado los viajes como forma de enseñanza y transmisión de la cultura.