El coronavirus ha causado graves estragos en todo el mundo y ha puesto a prueba los sistemas de salud de todos los países afectado. La familia de Alba Maruri no lo podía creer cuando un equipo de médicos les avisó que su tía estaba viva y despierta en el hospital. Las cenizas que tenían en sus manos eran de un completo desconocido.
Y si bien la gran mayoría se ha visto sobrepasada pero ha logrado funcionar y luchar contra la enfermedad de una forma heroica, otros simplemente han caído en errores macabros. Este es el caso de Alba Maruri Granda, una mujer ecuatoriana que no da crédito a lo que está viviendo.
La mujer, de 74 años, había sido ingresada en un hospital a finales del mes de marzo con un cuadro de fiebre y dificultad para respirar. Durante su ingreso, Alba perdió la conciencia que recuperaría días después. Fue entonces, al despertar, cuando se identificó y pidió hablar con su familia, reportó Telecinco.
En medio de la crisis sanitaria por el coronavirus en su país, Ecuador, esta mujer fue dada por muerta y sus supuestas cenizas fueron enviadas a sus familiares tras pagar estos la cremación, todo mientras ella estaba inconsciente.
Al darse cuenta del error, los doctores tuvieron que dar explicaciones en persona a los familiares de Alba y disculparse por la terrible confusión que se había producido.La familia de la mujer, como era de esperarse, no podía creer lo que había sucedido.
Habían dado por perdida a la querida Alba, se habían despedido de ella e incluso tenían sus cenizas en casa cuando la mujer se apareció viva y coleando.“Todavía no saben de quién son las cenizas que están en casa”, asegura un sobrino de Alba, quien está experimentando emociones cruzadas: por un lado está feliz de haber recuperado a su tía mientras que al mismo tiempo está furioso con las personas que le dijeron que había muerto y que le pasaron las cenizas de un completo desconocido.
En estos momentos, la mujer se encuentra bien aunque también ha tenido que hacer frente al hecho de que algunas de sus posesiones han sido cedidas o vendidas.
El caso de Alba parece no ser el único en Ecuador. De hecho, ha salido a la luz tras conocerse decenas de denuncias por la desaparición de restos mortales en morgues hospitalarias.En la actualidad, son muchos los que esperan conocer el paradero de sus seres queridos ya fallecidos hace más de 20 días en la zona de Guayaquil.
