(Foto/ Agencias)
Varios dueños están abandonando a sus perros porque no tienen como mantenerlos durante la crisis sanitaria y Susana Somali decidió hacerse cargo de ellos.
Junto a su equipo médico, la doctora indonesia Susana Somali se encarga de unos 1.400 perros rescatados de carniceros y los cuida en su refugio en Yakarta durante la pandemia. Durante la crisis sanitaria varios dueños con problemas económicos abandonan cada vez más las mascotas o las venden al controvertido comercio de carne de perro del país del sudeste asiático.
El extenso complejo de Somali en Yakarta se ha convertido en un refugio para animales en riesgo. Somali y su equipo, que actúan principalmente en caso de aviso, salen a la calle en busca de perros callejeros y carnicerías donde cada vez más animales condenados pasan sus últimos días aullando en jaulas estrechas.
Además de trabajar analizando muestras de COVID-19 en un hospital local, Somali se hace cargo del refugio hace más de una década. Antes se dedicaba a rescatar uno o dos perros de un carnicero por semana. Pero ese número se ha disparado hasta 20 en los últimos meses, a medida que los callejeros son arrebatados de las calles por su carne.
Somali negocia con carniceros, a veces pagándoles en efectivo o suministrando otra carne para asegurar la liberación de los animales. “La verdadera batalla no es rescatarlos de los carniceros, aunque eso siempre da miedo. El desafío es cuidar a estos perros durante la pandemia”, dijo la mujer según The Jakarta Post.
Somali y unos 30 empleados del Refugio de Animales de Pejaten están luchando por cuidar a una gran cantidad de animales a medida que las donaciones caen en medio del brote de COVID-19.


