La ciudad brasileña de Sao Paulo se encuentra contra las cuerdas debido al repunte de los decesos por coronavirus lo que está obligando a los cementerios a tomar otras medidas para poder enterrar a todos los fallecidos. En los recintos están vaciando las tumbas viejas y reubicando esos restos para poder ubicar a quienes fallecen por la pandemia.
En un comunicado, el Servicio Funerario Municipal explicó que la reubicación de los restos es estándar en las operaciones del cementerio. Pero esta no es la única medida que han tenido que tomar los centros fúnebres.
La institución permitió los entierros de noche y, para ello, amplió los horarios en cuatro de los 22 cementerios municipales desde la semana pasada. De esta forma, en Vila Formosa, São Luiz, Vila Nova Cachoeirinha y São Pedro ahora trabajan hasta las 22:00 horas, en vez de cerrar a las 18:00 como es usual.
Desde febrero, las autoridades llevaron torres de luces a los cementerios para que pudieran trabajar de noche e incluso ampliaron la flota de carros fúnebres y contrataron a más personas.
Todas estas medidas llegan en un momento en el que el Covid-19 está dejando más muertos que nunca en la ciudad de Sao Paulo, la más poblada de Brasil y también la más golpeada por la pandemia. El municipio tiene el mayor número de fallecimientos del país, con más de 22.000 decesos en lo que va de la pandemia de los 325.000 que acumula Brasil, según el Ministerio de Salud.