El puente fronterizo de Tienditas, que une la ciudad colombiana de Cúcuta con la venezolana Ureña fue bloqueado por tropas de la Guardia Nacional venezolana, para impedir el paso de la ayuda humanitaria que había anunciado Juan Guaidó, líder opositor y presidente interino de Venezuela. Dos contenedores y un camión cisterna fueron atravesados sobre el puente, impidiendo el paso.
El bloqueo provocó protestas de Estados Unidos y políticos opositores al régimen de Nicolás Maduro, quien desde Caracas proclamó: “En Venezuela no va a entrar ningún soldado invasor”. Por su lado, Guaidó dijo que el bloqueo “es una reacción absurda de un gobierno al que no le interesa el bienestar de los venezolanos”.
El 26 de enero, Guaidó había denunciado que al menos 300 mil venezolanos pueden morir de hambre y desnutrición en su país. Y anunció que pronto llegaría ayuda para enfrentar la crisis de Venezuela, donde la hiperinflación y la escasez de alimentos y medicinas obligaron a emigrar a tres millones de personas desde 2015.
Estos envíos llegarían desde Cúcuta en Colombia, la isla caribeña de Curazao y la ciudad fronteriza brasileña de Pacaraima. Varias toneladas de alimentos y medicinas fueron enviados por Estados Unidos en avión, como confirmó Kevin Whitaker, el embajador estadounidense en Colombia. “Llegaron varios aviones y vendrán más, son civiles”, dijo ayer Whitaker en la base colombiana Fuerte de Tolemaida, en el centro del país.

Desde Washington, el jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo escribió en Twitter que “el pueblo venezolano necesita desesperadamente ayuda humanitaria, Estados Unidos y otros países están tratando de ayudar pero el ejército de Venezuela a las órdenes de Maduro está bloqueando la ayuda”.
sobre el puente, se podía ver ayer una reja improvisada con alambres de construcción y vigas metálicas. Atravesados sobre el asfalto, se veían un remolque cisterna de combustible y dos contenedores. Duarte aclaró que las medicinas y alimentos no se entregarán a nadie en el puente y pidió “estar atentos” a lo que diga Guaidó. “Estemos atentos sin caer en la desesperanza”, dijo.
