Messi anotó tres goles y una asistencia para la dura victoria del F.C Barcelona en un partido que se le complicó en exceso en la primera mitad ante el Sevilla.
El Sevilla necesitaba la victoria pues el resultado ante el Getafe lo ponía por el momento en la cuarta posición.
El primero en atacar fue el Sevilla que apenas en menos de un minuto del partido ya asustaba la portería de Ter Stegen lo que marcaría la tónica del encuentro en los primeros 45 minutos.
A los 20 minutos, Messi perdió un balón y el Sevilla se lanzó al contragolpe, jugando de memoria. Ben Yedder puso un magnífico pase entre líneas para Jesús Navas y el capitán batió la portería azulgrana.
Pero apenas cuatro minutos después, Messi se redimió de su pérdida con un auténtico golazo. El argentino, completamente solo en el punto de penalti, remató de primeras un centro raso de Rakitic. Su volea terminó con el balón en las redes.
Luego al minuto 42 rozando el descanso, cuando el citado Sarabia apuró línea de fondo para poner un centro raso que Mercado, sin oposición alguna, remató a placer para volver a adelantar al Sevilla al término de la primera parte.
Poco a poco el Sevilla fue bajando el pie del acelerador, y fue aquí donde entró la figura de Messi. En el minuto 67, un mal despeje de Vaclik fue aprovechado por Rakitic para montar un contraataque, abriendo a Dembélé. El centro del francés fue controlado por el argentino, que de nuevo la puso en la escuadra.
El cinco veces ganador del Balón de Oro estaba en su salsa, y por sus botas pasaba todo el peligro de un Barça que tenía al Sevilla encerrado. Finalmente, en el minuto 85, y aprovechando un balón muerto tras un disparo de Aleñá -que había entrado por Coutinho-, el capitán cerró la cuenta y su hat-trick particular adelantándose a Amadou y batiendo a Vaclik de vaselina.