Foto: Cortesía Agencias / (Albert Gea/REUTERS)
Hace 20 años, el pequeño y tímido Lionel Messi llegaba a Barcelona para cambiar la historia del club catalán, además de convertirse en el mejor jugador de todos los tiempos.
El 17 de septiembre de 2000, Messi llegaba a la ciudad de Barcelona desde Rosario, Argentina, para entrar en la Masía, la fábrica de jóvenes valores del equipo culé y así ir creciendo en un proceso que no fue fácil, lejos de su familia.
“Fue muy duro, era un cambio muy grande”, explicaba a la Revista Barça el capitán azulgrana, que pronto empezó a dar muestras de su calidad y buen manejo del balón.
“Cuando llegué a Barcelona no pensaba en ser el mejor del mundo. Llegué con el sueño de poder llegar al primer equipo, pero jamás imaginé lo que me tocó vivir después”, añadió Messi.
En adelante, lo que vino fue una colección de títulos y récords que lo terminaron convirtiendo en uno de los mejores jugadores de la historia, cuando el técnico holandés Frank Rijkaard le dio la posibilidad de entrenar con el primer equipo en 2004.
Números sorprendentes del astro argentino
Máximo goleador de la historia del Barça (634 goles en 731 partidos oficiales), el máximo goleador de la historia de la Liga (444 goles), el máximo anotador en un año natural (91 en 2012) y el jugador que ha ganado más títulos con el Barcelona, 34 en total, incluidas cuatro ‘Champions’ (2006, 2009, 2011, 2015) y 10 Ligas de España.
Leo también atesora seis Balones de Oro, uno más que Cristiano Ronaldo. Aparte, sus seis Botas de Oro, al máximo goleador en ligas europeas.
Su palmares es insuperable, tanto individual como colectivamente y sólo le falta la consagración con un título grande, con la selección argentina.
Vistiendo la camiseta albiceleste Messi se consagró como el campeón olímpico en 2008 alcanzó las finales del Mundial-2014 y de la Copa América en 2007, 2015 y 2016.
