Las autoridades de Kansas, en los Estados Unidos de América (EUA), encontraron el cuerpo en estado de descomposición del niño Evan entre un bloque de concreto.
Tras investigaciones y presiones a los sospechosos, fue la propia madre del niño quien, en un acuerdo con las autoridades, detalló los maltratos que cometieron junto a su novio, quien no era el padre biológico.
Miranda Miller afirmó que el día que le arrebataron la vida a su hijo, Stephen Bodine, su pareja, castigó al niño. Luego lo llevó al baño y tras escuchar gritos salió con el cuerpo sin vida en sus brazos. Después el sujeto fue a una tienda para comprar las bolsas de cemento y hasta una pala para esconder el cuerpo en la zona del lavadero.
Pasaron cuatro meses para que el propietario de la vivienda notara un olor inusual en una estructura de concreto. Justamente ahí estaba el cuerpo sin vida de Evan Brewer. Sin embargo, Miranda Miller y Stephen Bodine se habían mudado.
Tras ser capturados los investigadores recopilaron, entre otros, imágenes en video y fotografía que daban cuenta de la dura situación que padecía el pequeño al lado de su madre y la pareja de ésta. Ella fue condenado a 29 años de prisión, mientras que Stephen Bodine se enfrenta a cadena perpetua.