La UEFA abrió un expediente a Sergio Ramos luego de que el jugador ‘blanco’ admitió buscar la tarjeta amarilla en el minuto 88 en el partido que el Real Madrid ganó de visita al Ajax por los octavos de final de la Champions.
Con la tarje que le mostró el árbitro esloveno Damir Skormina, que fue la tercera amonestación en esta edición de la Copa de Europa, Ramos no puede jugar el partido de vuelta, pero se garantiza poder disputar, sin riesgo, las siguientes rondas eliminatorias, en caso de que el Madrid avance a cuartos de final.
En un principio Ramos negó forzar la tarje, pero ante la insistencia de los periodistas terminó aceptando. “Viendo el resultado, la verdad es que te mentiría. Es algo que tenía presente. No es subestimar ni mucho menos al rival ni pensar que la eliminatoria se ha pasado. Hay veces que en el fútbol te toca tomar decisiones complicadas y, bueno, lo he decidido así, en el minuto 88. Me perderé ese partido –el de vuelta–, y aunque no esté dentro del campo animaré como un ultra más”, aseguró el ‘4’ del Madrid.
La UEFA, consciente de esta situación con los jugadores, sanciona este proceder por lo que Sergio Ramos se arriesga a recibir una sanción que podría ser de hasta dos partidos después de admitir sus intenciones, uno por el cupo de tarjetas y otro por haberla buscado, tal como ocurrió con Dani Carvajal la temporada pasada.
Poco tiempo después de las declaraciones, parece que Ramos se percató de las consecuencias que podrían tener sus palabras y se retractó.
“Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice contra la Roma en mi anterior partido de Champions, y que apoyaré desde la grada como un hincha más con la ilusión de poder estar en cuartos”, aseguró el capitán del Real Madrid.
Si la UEFA decide sancionar al español este podría quedarse sin Champions en esta edición, pues en caso que el Madrid avance a los cuartos podría tocarle con un equipo de mayor dificultad y caer en la ronda de cuartos de final.