Por: Agencias

“Te escribí unas cosas que no me animaba a contarte”, le dijo una niña a su madre, ya que pasaba por una situación que no podía soportar.

La letra, escrita en tinta negra, tiene partes tachadas y solo tres palabras en mayúsculas: “Ayúdame por favor”, dice una parte del escrito en forma de exclamación. “Mami, te estoy haciendo esta carta porque me están pasando cosas horribles. No paro de temblar y no puedo respirar. Te juro que nunca odié tanto a estas personas. Mamá, por favor tenés que hacer algo. Ma, siento que me voy a morir”.

El mensaje cierra con las tres palabras en mayúsculas, un “te amo” y su nombre.

La carta también incluye los nombres de sus compañeros a los la niña que dice odiar. La madre de la jovencita envió rápidamente la carta a la directora del establecimiento educativo. La respuesta de la directora del colegio se redujo a promesas: le dijo que iba a hablar con la docente del grado y que iban a tener una charla con todo el grupo.

A los pocos días, las autoridades educativas mantuvieron una charla con los alumnos: hicieron foco en el bullying y en el respeto. Pero no tomaron más acciones, tampoco convocaron a los padres.

Bárbara denunció acoso escolar desde comienzo de año. El hostigamiento fue escalando al compás del padecimiento físico de su hija. Sofía había regresado entusiasmada a la presencialidad, después de las clases virtuales por restricciones a causa del coronavirus.

A los meses, todo se volvió una pesadilla, dijo la madre de la estudiante. “A ella le cuesta sociabilizar, es muy introvertida. Y sobre todo después de atravesar más de un año en pandemia. Pero hay otros nenes y nenas que no. Al principio no pasaba nada, se bancaba las cargadas pero después empezó a somatizar su dolor: Cada vez que tenía que ir al colegio sufría dolores de cabeza, vómitos, fiebre”.

Además, le comunicaba a la dirección del colegio las razones de las ausencias sistemáticas de su hija y les exigía a las autoridades educativas que citaran a los padres de los estudiantes implicados. “Los directivos se negaron y me respondieron que se iba a armar más lío”, dijo.

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San Salvador, El Salvador

Redacción

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