El Gobierno israelí aprobó este viernes endurecer las restricciones por la segunda oleada de COVID-19, con el cierre de restaurantes, de negocios no esenciales los fines de semana e incluso el de las playas a partir de la semana que viene.
Los fines de semana (viernes y sábado en Israel) solo podrán abrir comercios esenciales como tiendas de comestibles y de productos higiénicos, farmacias, ópticas y negocios de telecomunicaciones pero, por el momento, no habrá restricciones al movimiento de personas -más allá del cierre ya instaurado en los barrios más afectados por la pandemia.
El resto de negocios y otros espacios deberán cerrar, incluidos los mercados al aire libre, centros comerciales, salones de belleza, peluquerías, librerías, museos, zoológicos y las piscinas o atracciones turísticas. Además, a partir del próximo fin de semana, las playas también se clausurarán para evitar aglomeraciones de bañistas.
Tampoco podrán abrir (ningún día) los clientes excepto para servir a domicilio, ni los gimnasios (que fueron reabiertos esta semana), a excepción de aquellos en los que entrenan atletas profesionales.
Con estas medidas, el Gobierno busca frenar el ascenso de contagios y evitar un cierre total que vuelva a paralizar la actividad económica del país. Actualmente, el país roza los 2,000 nuevos contagios diarios. (Agencias)