Un doctor del Parkland Hospital en Dallas, Texas, Estados Unidos, ha destacado una importante historia de la que muchos jóvenes podrían aprender. Una nieta contrajo coronavirus en una fiesta y luego mató a su abuelo al transmitirle la enfermedad.
El director médico, el Dr. Joseph Chang, trató a 170 pacientes con COVID-19 el martes. Dijo que uno de ellos había ido a una fiesta con amigos y había contraído la enfermedad.
«Antes de que fuera sintomática, visitó a sus abuelos de 80 años y se enfermaron», dijo Chang al medio local de noticias WFAA.
Cuando la nieta se enfermó, fue tratada en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital, donde la pusieron en coma inducida médicamente y le dieron un ventilador para ayudarla a respirar.
Diez días después, la joven paciente estaba consciente nuevamente, solo para descubrir que su abuelo también había sido puesto en cuidados intensivos y había muerto el día anterior.
Cuando los pacientes se colocan en un ventilador, se encuentran en un punto crítico de su enfermedad. Los expertos predicen que alrededor del 40% y el 50% de los pacientes mueren después de recibir ventilación, independientemente de qué tan saludables estén antes de contraer el virus. Chang estima que alrededor del 1 por ciento de los pacientes con COVID-19 mueren en el Hospital Parkland.
«Es mucho más bajo que las tasas reportadas a nivel nacional», dijo Chang de su hospital. «¿Pero quién es el 1 por ciento? ¿Quieres ser el 1 por ciento? No sé quién va a ser el 1 por ciento. Sabes, nadie realmente lo hace».
El médico expresó que las acciones de las personas tienen un impacto en todos los que se preocupan por ellas. Eso incluye a su personal, que está lidiando con grandes problemas psicológicos como resultado de presenciar un gran número de muertes en el hospital y tener que notificar a las familias sobre sus familiares fallecidos.
Según los datos de Johns Hopkins, hasta la fecha se han confirmado 43.439 casos de coronavirus en la ciudad de Dallas y 567 muertes por la enfermedad.
