La Guardia Costera de Italia halló, esta semana, los restos de la embarcación que se hundió el pasado siete de octubre frente a las costas de Lampedusa (Italia) con unos 50 inmigrantes a bordo, de los que solo 22 fueron rescatados, informó RT.
Según el citado medio, al lado del bote de madera, en el fondo del mar Mediterráneo, a unos 60 metros, se hallaron 12 cadáveres, que se suman a otros 13 que fueron recuperados tras la tragedia.
Abrazados hasta el último momento
Entre los hallazgos de los cuerpos sin vida, hubo dos que conmovió a muchos, se trata una madre que murió abrazada a su bebé, una dura imagen que no ha sido publicada por la Guardia Costera, pero que ha conmocionado a los buzos.
“Ver ese cuerpecito echado en el fondo al lado de la que probablemente era su madre ha sido un puñetazo en el corazón”, confesó en una entrevista a La República el jefe del equipo de buzos, Rodolfo Raiteri, indicó RT.
El hecho de que los dos “hayan permanecido así de juntos”, así como “los brazos de la joven”, hacen pensar que “lo abrazó hasta el último momento”, explicó Raiteri, quien afirma que “nunca se está preparado para algo tan fuerte”.
Las desoladoras imágenes submarinas muestran los restos del barco, alguna ropa, y varios cuerpos en el fondo marino.
Golpea la imagen, pero más duele saber que las decenas de vidas que junto a esta persona se hundieron en el fondo, podrían seguir vivas. Buscaban una Europa en paz y les atrapó el fondo del mar.
— Open Arms (@openarms_fund) October 16, 2019
Malditos sean los verdugos. Ojalá no les deje dormir. #Cadavidacuenta #Lampedusa pic.twitter.com/m4DPOUXBrw
Para muchos, este duro caso sobre inmigrantes, revive la tragedia de Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años de edad, y la pequeña Valeria, de 11 meses, padre e hija salvadoreños que fueron arrastrados por la corriente del río Bravo y fallecieron en búsqueda de una mejor vida camino hacia los Estados Unidos de América (EUA).
