Tiene al menos seis órdenes de captura por sendos delitos de corrupción, con desfalco del Estado que supera los $351 millones, por ser el padre del pacto oscuro denominado Tregua entre grupos criminales, por lavado de dinero, entre otros; aún así, el expresidente del Fmln Mauricio Funes insiste en considerarse «perseguido político».
Ahora, el prófugo de la justicia le da una palmada en el hombro a Roberto Rubio de Funde, quien también se considera «perseguido político» y a su fundación de «transparencia». Rubio recibió miles de dólares provenientes de la partida secreta de Casa Presidencial en concepto de «sobresueldos», recibos y documentos que lo comprueban y que el mismo Funes sacó de Capres y tiene copias en su poder.
«Recuerdo el día cuando Roberto Rubio Director de Funde dijo que yo no sufría ninguna persecución política… ahora miembros de su Fundación están experimentando lo que yo llevo años enfrentando», escribió el protegido por el régimen del nicaragüense Daniel Ortega.
Rubio, actual Presidente de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), fue investigado en 2017 por la Fiscalía General de la República (FGR) de Douglas Meléndez, la cual abrió un expediente por supuesto delito de lavado de dinero y activos. Pero por razones «extrañas» el proceso no continuó. Tampco su sucecor, Raúl Melara -militante de Arena- quiso entenderse con el tema.
Este inició tras la declaración de testigos que indican que Rubio “recibió varios millones de dólares de la partida secreta y esto fue ingresado a las cuentas de FUNDE y otras empresas relacionadas al caso”.
Los analistas concuerdan que, al igual que Funes, Rubio, Norman Quijano, Neto Muyshondt, Sigfrido Reyes, entre otros, que han violado la ley, han optado la modalidar de declararse «perseguidos políticos», principalmente cuando el sistema «corrupto de jueces y políticos» que los ha protegido por 30 años está siendo desquebrajado por Nuevas Ideas.