Foto: Agencias.
Cochabamba, Bolivia.— El creciente número de muertes por Covid-19, o relacionadas a la enfermedad, ha llevado a los desesperados familiares de las víctimas a dejar sus cuerpos en las calles de Cochabamba tras la falta de medios y protocolos para sepultarlos. El colapso funerario muestra su peor cara en el país Sudamericano.
Las escenas de cuerpos forrados con plástico negro frente a casas o ataúdes abandonados en las calles se convirtieron en las últimas semanas en una penosa cotidianidad para los habitantes de Cochabamba, en el centro de Bolivia.
En esta ciudad de 700.000 habitantes se registran imágenes que hacen recordar a lo padecido en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, duramente golpeada al inicio de la pandemia en América Latina y donde colapsó el sistema funerario.

Las autoridades bolivianas señalan que a diario recogen entre 14 y 23 cadáveres de casas o espacios públicos, de personas que se sospecha fallecieron a causa del Covid-19 debido a los síntomas que presentaron.
Sin embargo, no a todas estas víctimas les aplicaron las pruebas para confirmar o descartar la causa del deceso.
“No tenemos la capacidad para realizar una prueba de inmediato a los cuerpos debido a la alta demanda”, aseguró el lunes Rubén Castillo, responsable de Vigilancia Epidemiológica del Servicio Departamental de Salud.
