Las autoridades de Indonesia han tenido que reforzar la seguridad en la morgue de los hospitales, luego que familiares comenzaron a robar los cadáveres de personas fallecidas por COVID-19 para enterrarlos ellos mismos.
Al menos 33 personas ya han sido detenidas por estos hechos, tras ser capturados en momentos que cargaban los cadáveres.
Los cuerpos iban a ser sepultados bajo los protocolos de salubridad para evitar contagios del coronavirus; no obstante, a los familiares eso no les importó y han preferido enterrarlos ellos mismo bajo sus ritos tradicionales.
Aunque en la mayoría de países los fallecidos por esta enfermedad deben ser cremados para evitar la propagación del virus, las políticas sanitarias de Indonesia requieren que los cuerpos sean envueltos en plásticos y enterrados inmediatamente.
Varios habitantes de esta zona consideran inhumanas estas normas, pues no les permiten ver o tocar los cuerpos de sus familiares, afirma AFP.
El país del sureste asiático ha sometido a pruebas de COVID-19 a 281.650 personas, de las cuales 33.076 han dado positivo. Otros 10.904 pacientes han logrado recuperarse y 2.000 han fallecido, según ha informado las autoridades.
