Tras el accidente aéreo registrado, el pasado domingo, en Etiopía, por un avión de Ethiopian Airlines, que impactó contra el suelo minutos después del despegue causando el fallecimiento de las 157 personas que iban a bordo, diversos países y aerolíneas decidieron suspender el uso del “Boeing 737 MAX 8”.
Alemania, Reino Unido, Francia, Irlanda, Italia, Austria, Australia, Singapur y, finalmente, la Unión Europea, se han unido, este martes, a China, Indonesia y Mongolia y otros muchos que ya se habían adelantado (junto muchas aerolíneas) desde el lunes.
Respecto al tema, las misma Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) anunció que se suspenden todos los vuelos de este modelo en el Viejo Continente a partir de este día.
La EASA manifestó que lo hizo como una medida de precaución y por ello se cancelan “todas las operaciones de vuelo de todos los modelos Boeing 737-8 MAX y 9-MAX en Europa”. La medida también aplica para “los vuelos comerciales operados por un tercer país” desde o con destino en la Unión Europea que se operen con estos modelos.
El Reino Unido fue la primera nación en abrir la veda en la Unión y se sumaba a China y Australia a la prohibición de que vuelen este tipo de aviones en su espacio aéreo. A principios de la tarde le siguió Alemania, luego Irlanda, Austria, Francia, Italia y Turquía, por lo que era cuestión de horas para que la Unión europea se sumara a la medida de precaución.
Como era de esperar, estas acciones no han resultado nada bien para el gigantesco aeronáutico, pues las acciones comenzaron a registrar pérdidas dese el pasado domingo y hasta este martes ya se registran pérdidas que alcanzaban una cifra cerca 29 mil millones de dólares.