Foto/ Redes Sociales Mello Castro González
Un escultor colombiano demostró cómo se le puede dar una nueva vida a lo que se creía fallecido, luego de que transformara un árbol muerto en la imagen de Jesucristo.
Se trata de Pedro Ortega, de 47 años, quien solo necesitó sus talentosas manos y un par de herramientas para dejar la nueva escultura de madera que adorna a Valledupar, al norte de Colombia.
Tras conocer su talento por diferentes medios de comunicación locales, el hombre dijo que ““esto es mío, personal, con los dones que Dios me ha dado y no lo hice con fines de recaudar fondos ni que me colaboren, no hay tazas para que echen moneda.
Esto es un don de Dios, por eso, me toca entregarle cuentas a él”.“Dios lo puso en mi corazón, vine a ver el trabajo del señor y me llamó la atención”, dijo Indira Cuan, una feligresa que pasaba por el lugar, en conversación con Caracol.
Tanto fue el alcance de esta escultura que el propio alcalde de la ciudad, Mello Castro González, felicitó a Ortega por su trabajo y por el aporte artístico que dejó ahora en la vía pública de Valledupar.
