El reconocido actor Kirk Douglas, quien falleció el pasado cinco de febrero a la edad de 103 años, decidió dejar gran parte de su multimillonaria fortuna a la caridad, sin dejar nada su hijo, el también actor Michael Douglas.
El diario Mirror reveló el pasado domingo que Kirk Douglas, cuya fortuna se elevaba a 61 millones de dólares, destinó 50 millones de dólares a su entidad benéfica, la Fundación Douglas, cuyo objetivo es “ayudar a aquellos que de otra manera no podrían ayudarse a sí mismos”.
Según el medio, algunos de los beneficiarios de la fortuna son la Universidad de St. Lawrence, donde se financia una beca para estudiantes de minorías y desfavorecidos; el Teatro Kirk Douglas de Culver City; el Hospital de Niños de Los Ángeles y el Templo Sinaí de Westwood, que alberga el Centro de Infancia Kirk y Anne Douglas. Asimismo, no se reveló a dónde irán los 11 millones de dólares restantes.
Se informa, a su vez, que su hijo Michael cuenta con un patrimonio neto de unos 300 millones de dólares, quien no tendría mucha necesidad de recibir parte de la herencia de su padre.
“Su enfoque principal es mejorar la educación y la salud, fomentar el bienestar y, lo más importante, desarrollar nuevas oportunidades para los niños que tienen nuestro futuro en sus mano”, reza la página web de la Fundación en sus objetivos.