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El paso de la tormenta tropical Francine, en el Estado de Louisiana, Estados Unidos, ha dejado a más de 170 mil familias sin el servicio eléctrico.
Las fuertes lluvias, vientos y tornados aislados se mantienen en la zona, mientras la tormenta tropical comienza a degradarse.
El ingreso del fenómeno climático en la costa estadounidense fue catalogado cómo huracán de categoría 2, pero conforme arrazó con todo lo que estaba a su camino llegó a convertirse en tormenta tropical.
Aunque ya no representa mayor amenaza, las autoridades piden a los ciudadanos a no confiarse ya que seguirán teniendo lluvias de fuerte intensidad, acompañadas con ráfagas de vientos que pueden alcanzar los 156 km/h.