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Dos pandilleros fueron condenados a 25 años de prisión, luego de ser encontrados culpables por parte del Tribunal 2º de Sentencia de Santa Ana del asesinato de un agente policial.
Se trata de los sujetos identificados como Diego Alejandro Ramírez Peraza, de 21 años; y Luis Enrique Hernández Vanegas, de 26, procesados por homicidio agravado en perjuicio del agente ocurrido el 23 de septiembre de 2017.
La víctima fue identificada como Edwin de Jesús Gutiérrez Contreras quien laboraba en Asuntos Internos de la Policía Nacional Civil (PNC) en Santa Ana.
«Cada uno de los imputados deberá de purgar una pena privativa de libertad de 25 años de prisión y derivada de ella a la accesoria de inhabilitación absoluta de pérdida de los derechos de ciudadano por igual período» detalla una fuente judicial.
En el juicio, un testigo con clave “Apolo”, reveló detalles del cómo ocurrieron los hechos. Afirma que presenció el crimen ocurrido durante la madrugada en los polígonos 39 y 40 de la residencial Valladolid, de Ciudad Real, en Santa Ana.
De acuerdo con lo establecido en el tribunal, fueron miembros de la clica que opera en dicha residencial los que cometieron el asesinato.
En su testimonio, Apolo «dijo que él se encontraba posteando (vigilando) en la referida residencial cuando vio a un sujeto que venía desde la entrada principal de la calle Valladolid, a quien conocía de vista y que sabía que era un agente policial».
Agregó que «el policía iba en estado de ebriedad… De la nada, desenfundó su arma de fuego y comenzó a disparar al suelo.»
Ante esto, el testigo llamó telefónicamente a un sujeto alias “Dog”, conocido como Mario Hernández, quien es miembro activo de la Clica que opera en la Residencial Vallodolid, de Ciudad Real, con la función de “chequeo” (tiene como función matar por lo menos en tres ocasiones para poder subir de nivel dentro de la pandilla).
Los pandilleros se organizaron para intervenir al agente policial. Cuando lo lograron, el agente intentó reaccionar y disparar su arma contra los pandilleros; pero estos le dispararon primero, asesinándolo en plena calle.
A través del testimonio y las pruebas periciales y documentales, se estableció la participación de cuatro personas, incluyendo al testigo “Apolo” en la muerte violenta de la víctima.