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En medio de la pandemia del coronavirus miles de personas se las ingeniaron para salir adelante y hacer de la necesidad una oportunidad para cambiar de rumbo.
Este es el caso de Carlitos Guevara, un niño de 11 años que aprendió a usar el monociclo para ayudar a sus padres, quienes se dedican a la venta de productos alimenticios, los cuales reparte a domicilio.
Con cartones de huevos, plátanos, granos básicos y otros artículos, al pequeño se le puede ver recorriendo en una sola rueda los pasajes y colonias de Candelaria de la Frontera, en Santa Ana.
El infante afirma que al inicio fue difícil dominar el monociclo, aunque nunca lo consideró peligroso. Eso sí, poder usar este medio de transporte le representó un reto que superó con una que otra caída y golpe.
Sin embargo, el poder ser de utilidad para sus padres ha sido para el jovencito muy satisfactorio, ya que la familia necesitaba realizar las ventas, pero debido a la cuarentena muchos clientes necesitaron de servicio a domicilio.
Esto llevó al padre de Carlitos a comprarle el monociclo con el cual comenzó a realizar las entregas.
