Por: Enrique Ortiz

El Barcelona, tras cinco fechas disputadas, para sorpresa de muchos, se convirtió tras su derrota frente al Granada por 2-0 en el equipo más goleado de La Liga.

Los culé habían proyectado que a esta altura de la competición estarían líderes e invictos, pues al gran equipo que ya tenían se sumaron Frenkie De Jong y Antoine Griezmann, dos fichajes de lujo en los que se gastó más de 220 millones de dólares.

Sin embargo, en este arranque de temporada está irreconocible, por lo que el cuadro azulgrana es el equipo más goleado de primera, empatado con el Betis, con nueve goles encajados.

 

Para todos esta situación es más que preocupante, pues este es el año en el que Messi dijo que quiere seguir en el Barcelona, pero no a cualquier precio, pues quiere ganar.

Todos temen que si el Barcelona acaba fracasando en La Liga, y además no ganan la Champions, el gran objetivo de Messi, el argentino acabará marchándose gratis, tal como está estipulado en una cláusula de su contrato.

De momento, el cuadro culé no ha caído en Champions, pero no fue por su fútbol, sino por un Ter Stegen que jugó uno de los mejores partidos de su vida parando toda ocasión del Borussia Dortmund, incluso un penal.

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