El amor de Walter, de 91, y Jean, de 89, sigue intacto después de 70 años de matrimonio e incluso logró vencer al temido coronavirus.
Víctimas predilectas del COVID-19, abuelitos y abuelitas son los más vulnerables a todas las consecuencias de esta pandemia universal. Quedarse encerrados en sus casas sin ningún tipo de ayuda ni ingreso de un trabajo estable, además de la amenaza constante de contagiarse y no sobrevivir a esta enfermad hacen que estos tiempos de incertidumbre sean realmente terroríficos para ellos.
Esto fue lo que le pasó a una tierna pareja de ancianos que llevan casados hace 70 años y que tuvo que separarse por primera vez debido al coronavirus, temiendo que nunca más se volverían a ver. Afortunadamente, lograron sobreponerse a todo para volver a besarse.
Jean de 89 años y Walter de 91, ambos de Nueva York (EE.UU), siempre gozaron de buena salud hasta el año pasado, cuando Jean empezó a mostrar signos de demencia y se rompió la pelvis después de una caída.
Debido a esto, la mujer tuvo que ser llevada a un centro geriátrico. Esto, sin embargo, no le impidió a su marido el visitarla todos los días. «Mi papá iba allí todos los días y pasaba la mayor parte de cada día, al principio estaba allí desde la mañana hasta la noche cuando ella se acostaba», dijo una de sus hijas a CBS.
A pesar de todo, Jean y Walter lograban permanecer unidos y verse todos los días. Eso, hasta que la pandemia provocada por el coronavirus los obligó a separarse sin saber si se volverían a ver.
Jean lloraba preguntando por él, quien llevaba tiempo en no ir a visitarla y ella no comprender bien lo que ocurría. Al tiempo Walter se cayó y sufrió una hemorragia cerebral por lo que tuvo que someterse a una cirugía y posterior a ello una rehabilitación, reportó TVN.
Fue ahí cuando la familia intentó inmediatamente ingresar al anciano al mismo geriátrico que su mujer, sin embargo, desde la admisión aseguraron que no podían dejar entrar a nadie, porque habían personas con COVID al interior.
Sus hijas, temiendo que sus padres podrían llegar a morir separados, decidieron redactar una carta asegurando que estaban conscientes de la situación y que el entrar al geriátrico era un riesgo que su padre quería correr.
“Tenemos miedo de que perdamos uno de ellos y nunca se hayan vuelto a ver; ¿hay algo que puedan hacer? Estamos dispuesto a correr el riesgo, mi papá está dispuesto a correr el riesgo”, redactaron en la carta.
