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Este domingo, ARENA y el FMLN celebrarán sus elecciones internas de cara a los comicios generales de 2024 con un panorama sombrío, marcado por la renuncia masiva de sus alcaldes y sus diputados, las escasas posibilidades de triunfar en las urnas y el lastre de la corrupción de sus gobiernos.
Los tricolores y los efemelenistas llegan a ese ejercicio interno con el recuerdo de las aplastantes derrotas que sufrieron en la elección presidencial de 2019 y en los comicios municipales y legislativos de 2021, a manos de Nayib Bukele —ahora presidente de la república— y de Nuevas Ideas, respectivamente.
La fragmentación en el interior de estos dos partidos políticos, que juntos gobernaron por 30 años el Ejecutivo y controlaron el Legislativo, es otro denominador común que antecede a las primarias. Alcaldes, concejales, síndicos, exfuncionarios de elección popular, bases, militantes y estructuras partidarias han abandonado las filas areneras y farabundistas.
ARENA y el FMLN tienen el 1.2 % y 1.3 % de preferencia electoral, respectivamente, según el sondeo de opinión pública de la UCA. Fundaungo, por su parte, tampoco les da resultados satisfactorios en la intención de voto para 2024.