Por: Agencias

En medio de la pandemia global por el coronarivus, la distancia social no impidió que miles de mujeres salieran a las calles de varias ciudades de Chile a corear el famoso himno feminista, además de manifestarse con la consigna: justicia para Antonia.

El caso de Antonia Barra sigue haciendo ruido en los medios chilenos, pero este miércoles la indignación creció aún más tras saberse que el juez, que conoció el caso de abuso, ordenó arresto domiciliario para el acusado, Martín Pradenas.

Por su parte, la Corte de Apelaciones de la ciudad de Temuco revisó este viernes las decisiones tomadas en primera instancia y atendió la petición de la Fiscalía: revocar el arresto domiciliario y reemplazarlo por prisión preventiva por considerar al acusado «un peligro para la sociedad».

El rechazo a la prisión preventiva de Pradenas, de 28 años, se había argumentado en que no había pruebas suficientes que evidenciaran el delito y en la buena conducta del acusado, investigado por cinco casos similares contra otras jóvenes.

El juez del caso, Federico Gutiérrez, definió que dos de las cinco acusaciones -ocurridas entre 2010 (a una joven de 16) y 2014 (a otra de 19 años)- están prescritas. En Chile, este tipo de delitos prescriben transcurridos cinco años.

Durante la audiencia judicial, que fue transmitida en vivo, se emitió un video de Antonia y Martín, que después se publicó en la televisión nacional, en el que se ve cómo él tira de ella mientras caminan.

«Al ver el video donde aparece el acusado junto a la víctima, que va a ser violada y que se va a quitar la vida, el juez dice: ‘Yo solo veo a una pareja caminando’. Es una señal muy potente de cómo la justicia chilena no ve o elige no ver lo que ocurre en estos delitos», explicó la periodista Paula  Molina.

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San Salvador, El Salvador

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