(Foto/cortesía)
Un gol de Pedri en el primer tiempo le salvó la vida al Barcelona en un partido que se le puso muy peligroso en la segunda parte ante un Celta que se plantó en el Camp Nou.
La famosa “Xavineta” vio cómo el Celta le dominaba por completo en el tramo final, con un Lewandowski desconocido al que poco juego le llegó y estuvo lejos del arco rival.
Un tiro al palo y un paradón de Ter Stegen al final ilustran un final de partido con el Barça achicando agua de un barco que se hundía. El Celta lo merecía y la imagen de Dembélé era la del errático juego de los suyos.
El Barcelona debe reflexionar y preguntarse a qué fue debido el bajón de la segunda parte en el que incluso llegó a perder la posesión del balón. Una situación así puede ser catastrófica este miércoles en un partido en que sólo vale la victoria si quiere seguir vivo en la Champions.