Miles de conejos salvajes y domésticos de varios estados de los Estados Unidos de América (EUA) y México murieron tras contraer la enfermedad hemorrágica vírica del conejo tipo 2, o RHDV2, por sus siglas en inglés.
“Alguien los vio sufriendo espasmos y gritando. Intentamos hacerles la reanimación cardiopulmonar, pero los conejos murieron en cuestión de minutos. Se convulsionaban, gritaban horriblemente y morían”, dijo a The Cut la veterinaria Lorelei D’Avolio, del Centro de Medicina Aviar y Exótica de Nueva York.
El virus, cuyo período de incubación dura cerca de tres días, casi no provoca síntomas, y solo reduce el apetito y la energía en parte de los animales. Sin embargo, durante ese período ataca las células del hígado del conejo contagiado, causando hepatitis. Además, lesiona otros órganos, como el corazón y los pulmones, y causa la subsiguiente hemorragia interna.
Como resultado, cerca del 90 % de los conejos mueren, precisa el Departamento de Agricultura de California. Los demás se convierten en ‘bombas biológicas’, conservando la capacidad de transmitir el virus durante dos meses.
Desde abril, el Departamento de Agricultura de los EUA registró el virus en Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y Texas. Asimismo, más de 100 casos se han detectados en siete entidades del norte de México, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del país (Sader). Se trata de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Sonora y Zacatecas.
Previamente, la RHDV2 se detectó en los EUA en tres ocasiones, pero esta es la primera que afecta no solo a mascotas, sino también a conejos, picas y liebres salvajes.
La infección no es peligrosa para los humanos ni otros animales excepto los conejos y sus parientes más cercanos. «Es exclusiva, principalmente, de liebres y conejos […], aunque puede infectar a animales no lagomorfos, como las picas […], capibaras y la mara patagónica», señala la Sader.