Foto: @SILVIADEBONILLA.
La abogada y defensora de los Derechos Humanos, Silvia Bonilla, afirmó en su cuenta de Twitter que tras revisar el documento de 110 páginas para el requerimiento de antejuicio al diputado de ARENA, Norman Quijano, también deben ser procesadas otras figuras políticas y públicas.
La profesional al derecho detalló que aún faltan personajes como diputados, pastores y otros que pactaron con las pandillas para tener beneficio los delincuentes.
“He leído 110 páginas de la petición de antejuicio para Norman Quijano y creo que no sólo el debería ser procesado, aquí faltan más diputados, un líder de la red de pastores, y altos elementos policiales, entre otros, un periodista y hasta un sacerdote”, afirmó Bonilla.
El pasado lunes, el Ministerio Público llegó a solicitar ante la Asamblea Legislativa quitarle el fuero a Quijano para ser procesado penalmente por su relación con grupos de pandillas.
He leído 110 páginas de la petición de antejuicio para @norman_quijano y creo que no sólo el debería ser procesado, aquí faltan más diputados, un líder de la red de pastores, y altos elementos policiales, entre otros, un periodista y hasta un sacerdote.@SILVIADEBONILLA pic.twitter.com/qLJxZqabDC
— FUNDACION MUJER LEGAL (@MUJERLEGAL1) January 31, 2020
El parlamentario es acusado por las autoridades de cometer los delitos de fraude electoral y asociaciones ilícitas. Esto luego que se conocieran los videos en los que aparece Quijano mientras se reune con cabecillas de pandillas previo a la elección presidencial de 2014, cuando fue candidato.
El testigo criteriado “Noé”, durante el juicio denominado “Operación Cuscatlán” desarrollado en diciembre del 2019, afirmó que cuando Quijano era candidato presidencial de ARENA les ofreció $1 millón a las pandillas.
Dicho dinero sería entregado a los delincuentes a cambio de recibir ayuda con votos para ganar los comicios presidenciales de 2014.
El testigo aseguró en el juicio que Quijano aclaró a los pandilleros que su campaña presidencial difundida en medios de comunicación y en las que aseguraba estar contra criminales, era solo “una cortina política”, para engañar al pueblo salvadoreño.
