Foto: Cortesía
Como dijo un expresidente “A los mareros se les acabó la fiesta” pero esta fiesta que hacían por décadas desde los centros penales terminó con la llegada del gobierno actual.
En el pasado, los privados de libertad tenían grandes beneficios para las fiestas de Navidad y fin de año, puesto que hacían fiestas en el interior de los penales y comían grandes banquetes.
Este paraíso que tenían se les acabó con la implementación del Plan Control Territorial y el Régimen de Excepción.
La noche buena para los reos fue igual que cualquier día debido a que recibieron el mismo menú que habitualmente reciben.