El Blog visitó el edificio de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), para corroborar el sistema de evacuación ante una emergencia con el que se cuenta, en el marco de los 32 años del terremoto de 1986 que azotó a la capital salvadoreña.
Con un vetusto sistema de puertas, la entrada y salida del edificio de la Dirección General de Migración y Extranjería, emula una ruleta rusa, donde resulta inconcebible pensar cómo podría ser desalojado a la hora de un sismo.
Sin condiciones de accesibilidad para personas con discapacidad, y sin ninguna medida de seguridad, dos puertas giratorias dan paso a los usuarios de esta Cartera de Estado, encargada de emitir bitácoras migratorias, pasaportes y todo tipo de trámite relacionado a la migración.
Este edificio se encuentra ubicado en la 9ª calle Poniente y final 15 avenida Norte, en el Centro de Gobierno, contiguo a la torre de concreto, donde opera el Ministerio de Gobernación.
Teniendo como vecino una edificación que fue declarada de alto riesgo, después de los terremotos que sacudieron el país en 2001, en la DGME parece que no es un dato alarmante debido a que el Comité de Seguridad y Salud Ocupacional no posee un Plan de Emergencia ni de Evacuación.
Frente a ello, la situación se agrava con las obsoletas puertas giratorias, donde a la hora de una evacuación de emergencia se generaría un fatal amotinamiento, pues, estas dilatan los tiempos para desalojar el edificio donde laboran 215 empleados y se atienden decenas de usuarios diariamente.
Tres segundos por persona para salir
Parecería insignificante que una persona demore cerca de los tres segundos para salir del edificio utilizando las puertas giratorias, pero teniendo en cuenta la alta cantidad de empleados y usuarios que alberga la DGME, este tiempo podría convertir el edificio en un trágico hacinamiento a la hora de un sismo.
Según los estándares de Emergencia y Salud Ocupacional, las puertas giratorias deberían de ser removidas de toda edificación que alberge un considerable número de personas, donde una persona que se desplace en silla de ruedas prácticamente estaría imposibilitada de salir del lugar.
El destructivo terremoto de 1986
Un día como hoy, 10 de octubre de 1986, se registró uno de los terremotos más devastadores en la historia de El Salvador. Aquel sismo cobró la vida de más de 1,500 salvadoreños, dejó 10 mil lesionados y unos 200 mil damnificados.
El sismo con una magnitud de 7.5 tuvo lugar a las 11:49 de la mañana, según los registros de Sismología del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
El epicentro se localizó en Los Planes de Renderos, al sur de la ciudad, con una profundidad de 5,4 kilómetros. La onda expansiva se dirigió hacia el norte de la capital, atravesando el centro y causando un rastro de daños en su paso por los barrios San Jacinto, Santa Anita, Candelaria y el reparto Santa Marta.
El cataclismo provocó que varios edificios ubicados en el Centro Histórico de San Salvador colapsaran, uno de ellos fue el edificio Rubén Darío, donde cerca de 75 personas trabajan a la hora del sismo y luego del evento fueron declaradas como “desaparecidas”.
El actual director de Protección Civil, Jorge Meléndez, dio a conocer recientemente que se prepara una verificación y actualización del diagnóstico de edificios dañados por los terremotos de 1986 y 2001.
Al presente existen más de 2,000 edificios con bandera verde y amarilla, y otras 150 construcciones con bandera roja en diferentes puntos de la capital. Incluso, muchos de estos edificios con bandera roja siguen siendo utilizados.